en eso pensaba Artemio, cuando de pronto, hablo:
-acaso eres necio? fijate en donde pones la varilla del cohete, esta muy descompuesta.- dijo algo impaciente a su ayudante, quien ladeando la cabeza y volviendose a su labor con ahinco, se limito a rezongar:
- esta bien, patron. y siguio claveteando.
asi paso cosa de 10 minutos, cuando entro en la casa el personaje principal de este relato: Julio, de 15 años, era el hijo postizo de Artemio y su esposa; lo habian adoptado por decirlo asi a los 3 años de casados, cuando el contaba 2 años y medio, pues una de las primas de Maria J. habia muerto al darlo a luz siendo una joven de 14 años y a su marido elias lo habian asesinado en las serranias al defender un negocio de tendero que poseian a las afueras de Cholula; siendo su primer y unico hijo, para colmo de males asi, lo habian criado como a los subsuientes, pero aun asi, lo tenian por figura de respeto despues que a artemio y llegaba ahora, jadeante, en la puerta color gris de caoba:
-¿en donde estabas? ya este y yo vamos a terminar de elaborar los cuetes. - lo reprendio artemio, pues a pesar de que era un chico joven, no le gustaba que estuviera mucho en la vagancia.
- ¿que creen, familia?- respondio sin hacer mucho caso a la reprimenda de Artemio- acabo de alistarme en el ejercito aereo. y dicho esto, les enseño la solicitud recien firmada, que lo acreditaba para practicas en la militante.
- ¿porque? acuerdate que mismo dijiste que en cuanto terminaras la nocturna te ibas a buscar un empleo humilde pero provechoso. nosotros no somos riquillos para pagarte nadas.- empezo a decir su padre.
- como? jamas dije eso, solo cuando nos acabamos de llegar lo pensaba asi, ahoy ya no puedo. no puedo hacerlo. ademas.- callo, sabiendo que esa noticia iaba a ser el acabose- ya no me aceptan en la nocturna, hace tres meses que no voy. era cierto, tras arribar, julio habia entrado a hacer la nocturna pues en el pueblo habia asistido solo 3 semanas, pues a los 6 años exisitia una escuela rural en su localidad, pero a las pocas semanas la habian cerrado por falta de maestros. pero ya habia dejado esa meta pues se le hacia inalcanzable y los soldados que habia visto en la alameda le habian convencido con su propaganda elitista de que era un buen camino para un joven. " no importa que seas menor, eso lo arreglamos con los jefazos." le dijeron para animarlo y el habia accedido. pero el climax y la respuesta de su familia fue distinta. una mano se alzo en el aire, todas las caras, hasta las inocentes carillas de sus medios hermanos se posaron en el y recibico un bofeton de Artemio, quien furiosos, grito:
-¡estupido! ¡como has podido hacernos esto! sabes de sobra que apenas vamos a salir de fregados y tu. tu. te atreves a seguir una tonteria.- callo, faltandole el aliento y las palabras.
- yo no se.-dijo, lentamente y apunto de llorar el joven- no lo se. pero ya estoy harto. harto de tu pobreza y este proletariado que cala los pies. somos capitalistas. por eso nos estamos pudriendo como un palo cebado. no has visto que el comunismo es la doctrina que los gringos traen aqui, o a los ferrocarrileros que ya no quieren solo manejar maquinitas? eso es lo que se ventila hoy, no tus esfuerzos vanos, ni las cronicas banales del tio. no lo comprendes tu, acaso, ".padre".? al decir la ultima palabra, no la pronuncio rapidamente, sabia que ya estaba fuera de si y que no lo podia soportar decirselo asi a su padrastro.
- deberias hacer caso a tu padre.- exclamo Maria J. para calmar animos y con voz quebrada, sosa- julio, tal vez cuando Artemio tenga su primer pago en la fabrica, puedas cursar esos cursos, ahorita eres casi un niño, ¿no lo ves?
hubo, despues de este monologo, un largo silencio. el mozo de Artemio para no estorbar se habia ido a su casa, sumisamente.
cuando al fin hablo julio, convencido e imperturbable:
me voy de esta casa.- pronuncio con voz aguda.- cuando pueda los vere. no les voy a fallar. y dicho esto, salio como una liebre: chillante y vacilando. artemio, conteniendo sus iracundias y el dolor que tenia al sentir que perdia a ese vastago que, si bien no era su hijo, habia sido como su primer asomo a la responsabilidad paterna y el primer regocijo como madre de crianza de Maria josefa. pero sus palabras le traicionaron.
-¡pues largate de aqui, largate! ¡si pones un pie en esta casa otra vez, ya veras como te recibo, ya lo veras! ¡ya no eres aceptado en este hogar, ingrato. malagradecido! -grito, pese a que ya su hijo se habia perdido en la metropoli populosa y numerosa de aquella colonia de barriada. al ir bajando el clima de esa situacion, su esposa continuo con sus labores, ahora haciendolo de manera concienzuda por lo que acababa de suceder; los chiquillos, en actitud suspendida, haceindo caso omiso ahora de la television a blanco y negro prendida unas horas antes pero sin hacer mucho caso ni alos juguetes regados. y el abuelo, para dar una continuacion futura a este relato, pronuncio:
- esta juventud.- tosio don Trinidad- esta jueventud ya no tiene freno. en mis tiempos, o te sosegabas o te sosiegabas a la de malas. ahora, ¿que?- callo, al caer de nuevo en su sopor vespertino y artemio no tuvo fuerzas para contradecirlo. ya no sabia si alegrarse de que al dia siguiente, muy temprano, le presentarian con su patron en esa fabrica de Cartones y Corrugados, una empresa que importaba cajas de carton para objetos de segunda calidad; era Cajas Ruiz ri, español de unos setenta años, c a veces o como victia del franquismo, siendo exiliado acaba de abrir una fabrica en esa ciudad y aun dirigia otras que estaban en Aguascalientes y Monterrey. "cuando llegue aqui- le gustaba decir al charlar - no era mas que un hombre solo que se sabia delincuente en su tierra, ahora soy un empresario y ya no temo por eso." y se habia dado a la tarea de contratar personas pudientes para engrandecer su empresa y por su agradecimiento al pais. pero Artemio ya no sabia si reir o llorar. (continuacion)